¿Es buen momento para invertir en el sector de la infraestructura?
Tal vez estemos a la puertas de un "megaciclo" en este sector
¿Qué es una inversión en infraestructura?
Las inversiones en infraestructura son una forma de invertir en "activos reales", que contienen activos físicos que vemos en la vida cotidiana, como puentes, carreteras, autopistas, sistemas de alcantarillado, energía o telecomunicación, redes de datos, tratamiento de agua, presas hidráulicas, redes eléctricas, etc. Este tipo de activo es crucial en el desarrollo de un país.
En todos los países del mundo, tanto desarrollados como emergentes, las infraestructuras estan muy anticuadas, obsoletas o son inexistentes, esto conlleva una necesidad importante de reforma/mantenimiento, mejora y nuevas construcciones para abastecer la demanda solicitada. En regiones como Europa, EEUU o Canadá la mayoría de sus infraestructuras clave para el funcionamiento del país son de hace más de 50 años, esto nos da una idea de la necesidad de inversión que existe para que estas regiones puedan seguir desarrollándose y creciendo económicamente. Por ejemplo en EEUU el 70% de los sistemas de transmisión y distribución de electricidad están en la segunda mitad de su vida útil. Como resultado de esto, EEUU está experimentando numerosos cortes eléctricos que afectan a un número considerable de personas y empresas en todo el país.
Por otra parte en los países emergentes también existe una gran necesidad de inversión en el sector ya que la clase media en estos países esta creciendo y esta generando una necesidad de inversión en infraestructuras para poder seguir desarrollándose, concretamente el 63% de la inversión necesaria en el sector iría destinada a estos países.
La brecha de financiamiento que se ha generado entre la necesidad de inversión y lo que realmente se esta destinando a estos activos es muy elevada y a la vez insostenible, esto supone un enorme viento de cola para las empresas privadas del sector como puede ser el caso de Brookfield. Aquí el ejemplo de la brecha que tiene EEUU para el periodo 2020-2029:
El problema como podemos observar en la siguiente imagen es a nivel mundial, en concreto el GAP a nivel global del gasto que había que efectuar para subsanar todos los problemas del sector era de $5.5T en 2017, una autentica barbaridad y una oportunidad enorme para las empresas privadas del sector. Actualmente ese GAP es aun mayor, ya que por ejemplo en EEUU las previsiones de gasto en infraestructura se han duplicado como veíamos en la anterior imagen, concretamente Global Infrastructure Hub estiman que la brecha actual de inversión en infraestructura a nivel mundial es de $15T para 2040, CASI NADA.
No cabe duda de que las necesidades de infraestructura global son abrumadoras, en 2017, McKinsey & Company hizo un estudio en el que estimaban que el gasto necesario en infraestructuras claves (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, energía, agua y telecomunicaciones) para respaldar las economías iba a ser de $3.7T anuales hasta 2035. Esta necesidad podría aumentar $1T anuales para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible.
Esta necesidad de construir y mantener las infraestructuras para seguir creciendo y consolidando su desarrollo, les esta generando graves problemas a los gobiernos debido a la situación económica actual, donde la deuda no les permite acometer el elevado gasto que requieren este tipo de activos. Por si fuera poco la pandemia y la presión que esta ha ejercido sobre las finanzas gubernamentales han hecho que este problema sea aún más grave.
Como podemos observar el déficit presupuestario no ha dejado de crecer los últimos años y esto no tiene pinta de que vaya a cambiar, al menos en el corto plazo. Los estados son monstruos de gasto publico que requieren cada vez mas recursos económicos para subsistir y la pirámide poblacional no va a ayudar a que este problema se solucione en el medio plazo.
Los gobiernos pueden abordar este problema de tres formas:
Aumento de impuestos, esto aun así no seria suficiente y, en mi opinión, podría crear muchos problemas estructurales a nivel económico debido a la situación económica mundial que tenemos.
Recurrir a la financiación privada, principalmente a través de contratos de concesión con empresas privadas para que construyan, mantengan y exploten algunas infraestructuras que el Estado no puede acometer.
Vender activos y utilizar las ganancias para ayudar a reconstruir los balances de los países.
Estas dos ultimas opciones son un viento de cola muy importante para las compañías privadas del sector ya que podrán obtener activos a una valoración, probablemente, muy atractiva debido a la necesidad que tienen los gobiernos. Con los fondos del gobierno cada vez más limitados y centrados en pagar servicios como la atención médica, la educación y las pensiones, será esencial recurrir al sector privado para financiar algunos proyectos de infraestructura. Esta opción ha sido consensuada entre las instituciones de desarrollo desde al menos 2015, cuando la ONU publicó su Agenda de Acción de Addis Abeba, que enfatizaba la importancia de combinar capital público con privado para financiar el desarrollo, incluida la infraestructura.
Uno de los mayores desafíos en infraestructura para los próximos años es la actualización masiva que requiere la red de datos. La demanda de datos ha crecido rápidamente, en todos los mercados del mundo, y este crecimiento no muestra signos de estancamiento. Se estima que se requiera una inversión de al menos $1T solo hasta 2025 para actualizar la infraestructura de datos a nivel mundial
La industria de las telecomunicaciones ha experimentado una gran transformación de su infraestructura, pasando del cobre a fibra óptica, ese cambio aún debe extenderse a la "última milla": esto es la puerta del usuario final, ya sea una oficina, una tienda o una residencia de la tercera edad. Satisfacer las demandas de mayor capacidad y velocidad que esta exigiendo la industria requerirá una gran cantidad de inversión.
Además, estamos en pleno desarrollo de la tecnología 5G, esto requerirá muchas más torres de comunicaciones móviles y centros de datos. Al mismo tiempo, las empresas de telecomunicaciones están vendiendo participaciones en activos maduros a inversores especializados en infraestructura para financiar sus proyectos de expansión, esto abre una ventana de oportunidades a que las compañías de infraestructura obtengan activos de calidad y con flujos estables a precios razonables o incluso pueden encontrarse con alguna ganga si las compañías vendedoras tienen la necesidad de obtener liquidez a corto plazo.
El desarrollo tecnológico a día de hoy es fundamental en prácticamente todos los aspectos cotidianos de la vida y uno de los mayores problemas que tienen los sistemas de infraestructura es que siguen estando entre los menos transformados digitalmente de toda la economía global. Muchos activos de infraestructura moderna se han diseñado, construido, operado y mantenido prácticamente de la misma manera durante décadas. Esto, sin embargo, no significa que no existan tecnologías que puedan mejorar la planificación, el desempeño y la provisión de infraestructura, por ejemplo hay empresas como la sueca Sdiptech que estan poniendo el foco en el nicho de mercado de la innovación tecnológica dentro del sector de la infraestructura. Ademas una serie de disrupciones tecnológicas darán lugar a más necesidades de mejora tecnológica en estos activos, como puede ser la electrificación de la infraestructura de transporte, el paso a vehículos autónomos o la digitalización que impacta en la logística y las cadenas de valor.
La principal barrera para la adopción de la tecnología en infraestructura es a menudo la falta de un entorno propicio por parte de los gobiernos, estos son reacios a arriesgarse a experimentar con activos tan económica y políticamente importantes como la infraestructura. Esto es ciertamente defendible, ¿Por qué arriesgar miles de millones de dólares y muchos años en algo relativamente no probado?.
Otro impulso para la industria es el esfuerzo mundial para frenar el cambio climático, esto está dando como resultado una oportunidad de mercado enorme en las fuentes de energía renovable. Será necesario destinar $16T de inversión total para limitar el calentamiento global a 2°C en 2030.
El objetivo mundial, como todos sabemos y hemos escuchado multitud de veces estos últimos años, es que las emisiones de carbono deben reducirse en todos los aspectos de la vida moderna, a veces incluso cueste lo que cueste o con unas previsiones de ejecución en los planes nefastas que da lugar a “crisis energéticas” como la que tenemos en la actualidad en Europa, pero bueno, esto para otro articulo si queréis. Sin embargo, debido a que el proceso de conversión efectiva a un mundo de energías renovables y sostenibles seguirá requiriendo el uso de activos intermedios en los próximos años, los combustibles fósiles seguirán siendo una parte importante de la combinación energética en el futuro previsible.
El gas natural seguirá desempeñando un papel fundamental en la generación de energía eléctrica y las instituciones estan empezando a tratarlo como una energía verde. Esto tiene mucho sentido ya que el gas natural produce mucha menos contaminación y emisiones de CO2 que el carbón, y puede servir como complemento para los sistemas de energías renovables. El gas es fácil de almacenar y responde rápidamente si no sopla el viento o no brilla el sol, no debemos olvidar que estas dos energías renovables son intermitentes, lo cual es esencial para evitar apagones.
Una de las inversiones mas interesantes en el segmento del gas natural son los activos altamente defensivos y estables, como gasoductos midstream o instalaciones de licuefacción y regasificación de gas natural licuado, aquí hay empresas muy interesantes como Enbridge o Snam. Estos activos pueden tener una vida finita, pero desempeñarán un papel crucial en la transición a emisiones netas cero en las próximas décadas Las redes de transporte de gas también pueden ayudar a permitir el transporte de hidrógeno verde o el almacenamiento de CO2 en el futuro.
Con el avance tecnológico el costo de la energía renovable, en particular la solar y la eólica, se ha reducido drásticamente en los últimos años.
Es importante destacar que las grandes inversiones públicas en infraestructuras impulsan la economía de un país en el corto, medio y largo plazo ya que generan empleo y riqueza desde el primer momento y, posteriormente, puesto que sirven como potenciadoras de otras industrias o sectores. Con esto queda claro que la inversión en el sector de infraestructura es muy lucrativa para las compañías, en 2015, la Oficina de Presupuesto del Congreso no partidista de EEUU estimó que cada dólar gastado en infraestructura generó un beneficio económico de hasta $2.20. Este tipo de activos juega un papel fundamental para los países, ya no solo a nivel económico, si no para la salud y el bienestar de sus habitantes, los paises no podría funcionar sin las carreteras, los puentes, las alcantarillas, el agua potable y los aeropuertos que pagaron las generaciones anteriores. Para ponernos en situación un cierre parcial del túnel ferroviario del río Hudson de 111 años en Nueva York, podría costarle $16 mil millones y 33,000 empleos al país, según la Asociación del Plan Regional de los EEUU, esto es algo inconcebible para el buen funcionamiento y desarrollo económico de cualquier región.
Países como China, Europa, EEUU y Japón han anunciado programas de estímulo en los que la inversión en infraestructura es un componente clave. Esto sin duda hace que las compañías del sector tengan la posibilidad de beneficiarse de estos estímulos y coger su parte del pastel.
En conclusión esta clase de activos brindan a los inversores flujos de efectivo estables y seguros, protección contra caídas, diversificación de otras clases de activos, protección contra la inflación, etc. Las empresas privadas se centran principalmente en los activos operativos esenciales, ya que una estrategia de infraestructura debe ser resistente en la mayoría de los entornos económicos. Por ejemplo Brookfield se centra en los activos de infraestructura que brindan la columna vertebral para los servicios esenciales que respaldan la actividad económica y social, entre estos se incluyen la transmisión y distribución de electricidad; distribución de agua; puertos, ferrocarriles y carreteras; y comunicaciones y redes de datos. Pienso que la infraestructura es atractiva para los inversores en una variedad de condiciones de mercado, además el clima actual parece estar particularmente lleno de oportunidades para las grandes empresas privadas.
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